Como conservar marisco en casa
Siempre que se respete la cadena del frío, el marisco congelado presentará las mismas propiedades nutritivas que el fresco. Además de mantener el valor nutricional, la congelación evita el crecimiento y desarrollo de bacterias. De este modo, se conserva tanto el alto valor biológico de sus proteínas, como la cantidad de ácidos grasos insaturados, entre ellos el omega 3, las vitaminas y los minerales.
Los más adecuados para congelar son los de carnes más prietas, como langostas, gambas, o cigalas. Otros más delicados, como las nécoras, o los percebes, no aguantan tan bien el proceso de congelado. Congelar un cefalópodo, como es el pulpo, puede ayudarnos a ablandar su carne.
En el caso de los moluscos, se aconseja que si no se van a consumir inmediatamente, los guardemos en la parte baja de la nevera (la menos fría), envueltos en un paño húmedo. Pero nunca más de dos días. Si no los vas a comer entonces, cocínalos al vapor y déjalos preparados para otro día. Una vez cocidos pueden congelarse y guardarse entre tres y seis meses, aunque su calidad se resiente.
El marisco fresco ha de ser congelado previamente al menos 24 horas a -20 ºC para destruir el anisakis. Siempre que lo congeles, procura que vaya protegido en un envase adecuado, en una caja o en un táper, para que no se parta.
Cómo descongelar marisco paso a paso:
Realizar un buen proceso de descongelación, garantiza poder disfrutar de unos alimentos con todas sus cualidades y propiedades nutritivas. No hay que olvidar que el alimento descongelado ha de consumirse en un plazo de 24 horas y que un alimento descongelado nunca se ha de volver a congelar.
A la hora de preparar marisco congelado es conveniente realizar una correcta descongelación, ya sea en el frigorífico 24 horas antes, al baño maría con agua fría o en el microondas, cualquiera de estas técnicas sirve mientras que sea progresiva y no agresiva, de esta forma no romperemos la cadena del frío, que es uno de los factores que determinan la calidad higiénica y nutricional.
Para no contaminar el marisco al manipularlo, lávate las manos al empezar a trabajar con ellos y todas las veces que sea necesario. Tenlo el menor tiempo posible a temperatura ambiente. Limpia con detergente y agua todos los utensilios (cubiertos, tablas, encimera, trapos) que vayas a usar, acláralos bien y déjalos secar al aire.
En Pescados Mañero sometemos a los mejores procesos de congelación el marisco que llega a nuestras instalaciones para ofrecer a nuestros clientes todos los beneficios del marisco congelado.